¿Sabías qué?
Alimento estrella, la papaya
La jugosa carne de esta exótica fruta atesora numerosas vitaminas y otros nutrientes muy saludables. Tiene propiedades digestivas, antiinflamatorias y antisépticas. En la mesa es muy versátil y combina bien con un sinfín de alimentos. La jugosa y carnosa pulpa de la papaya contiene un 90% de agua. En el 10% restante concentra nutrientes muy beneficiosos para la salud.
Vitaminas
La papaya es rica en las vitaminas A, C, E y alguna del complejo B. Con media papaya, unos 200 g, se cubre casi el doble de necesidades diarias de vitamina C y la cuarta parte de provitamina A en forma de betacaroteno. También queda cubierto el 38% del aporte recomendado de ácido fólico, y casi el 20% del de vitamina E.
Papaína
Esta enzima, exclusiva de la papaya y conocida desde muy antiguo, ayuda a digerir las proteínas. Esto convierte a la fruta en un buen aliado del sistema digestivo y en un postre ideal en comidas muy proteicas. La papaína es similar a la bromelina de la piña, la ficina de los higos o la pepsina de nuestro estómago, pero de acción más intensa. Se obtiene principalmente del látex desecado de los frutos, sobre todo de los verdes, y en menor medida de las hojas y raíces.
Otros nutrientes
La papaya es también rica en potasio. Media pieza proporciona la sexta parte de este mineral que necesita el organismo al día. Por si fuera poco, aporta fibra soluble, magnesio, calcio, fósforo, pequeñas cantidades de ácido alfa linolénico (de la familia de los aceites omega 3), alcaloides como la carpaína, que regula el ritmo cardíaco y la presión arterial y otras sustancias como los compuestos fenólicos o el licopeno, de amplia acción antioxidante. Todo ello con muy pocas calorías.
Alimento y medicina
La papaya guarda una baza oculta: la papaína, una enzima proteolítica, llamada así por su capacidad para descomponer las proteínas y ablandar los tejidos.
Las medicinas populares ya conocían sus efectos saludables. Quizá el caso más asombroso fuese su empleo para tratar, desde hace siglos y en lugares tan dispares como Australia y México, los tumores cancerosos. Ahora se utiliza en forma de terapia enzimática para reducir los efectos secundarios de la radio y la quimioterapia, y en algunos casos se prolonga la vida, aunque el mecanismo todavía se desconoce.
Esos efectos antiinflamatorios se aprovechan en tratamientos de uso interno, para combatir la amigdalitis, la faringitis, la artritis o la gota, y de uso externo, en heridas, hematomas o picaduras. Las afecciones digestivas son otro de sus terrenos más fuertes, en especial cuando hay un déficit de secreciones gastroduodenales y pancreáticas. Gastritis, hernia de hiato, acidez y malas digestiones se alivian con la papaya. En caso de diarreas, sin embargo, no debe tomarse la fruta, pues ejerce un ligero efecto laxante.
Con todas esas bondades, y su poder antioxidante, la papaya resulta adecuada para casi todo el mundo, pero especialmente para personas mayores, niños en edad de crecimiento, mujeres lactantes, fumadores y bebedores.
También es útil si se toman medicamentos diuréticos, en casos de estrés y ansiedad, cuando hay un sistema inmunitario débil, para una actividad física intensa, en la anemia ferropénica, para trastornos cardiovasculares, enfermedades degenerativas, en dietas bajas en grasas, en caso de bulimia, y como ayuda para celíacos, pues está demostrado que la papaína puede digerir el gluten de trigo.
Un tesoro en la mesa
Para comprobar su sazón, lo mejor es presionar ligeramente con un dedo, y si la carne cede suavemente bajo él, significa que está en su punto. Si ya está madura aguantarán en la nevera 5 o 6 días más en una bolsa de plástico. Si está demasiado verde lo más probable es que no llegue a madurar del todo, y si le falta un poco puede dejarse en el frutero. La temperatura ideal para completar su punto es entre 22 y 27 ºC. Luciano Villar (cocinero).